San Miguel Arcàngel, protege a los sacerdotes, religiosos, monjas, laicos consagrados que se encuentran en pruebas, ataques del mal por brujerìa o maldiciòn, sufrimiento, abandono, soledad, incomprensiòn e ignominia: guìa a los que no perseveran en el Santo Servicio de Dios para que rectifiquen su camino; a los que murieron o van a morir el día de hoy, a las almas más necesitadas de la Divina Misericordia de los que ya se encuentran en el Purgatorio.

San Miguel Arcángel, ¡ Ayúdales!
San Miguel Arcángel, ¡ Protégelos!
San Miguel Arcángel, ¡ Defiéndelos!

Conforme se acercan los años de la ancianidad
y se siente tremenda vulnerabilidad
de cobijo y abrigo clama el corazòn
y se aprende a confiar en Dios
agradecido y dulce debe ser ese adiós.

V. El Ángel del Señor anunció a María. 
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María... Santa María...

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María... Santa María...

V. Y el Verbo se hizo carne. 
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María... Santa María...

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Oh, Jesús, Pastor eterno de las almas,
dígnate mirar con ojos de de misericordia
a esta porción de tu grey amada.
Señor, gemimos en la orfandad,
dános vocaciones, danos sacerdotes y religiosos santos.
Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.

Jesùs y los tres clavos

Jesús y los tres clavos vayan delante de tí
ablanden los corazones que estén en contra de ti
Respondan y hablen por ti
ya que Jesùs expiró por ti.